miércoles, 22 de julio de 2009

El Arte de la Estrategia los Cinco Anillos








Cuando has comprendido el Camino de la Estrategia, no existe una sola
cosa que no seas capaz de comprender



Desintegración


La desintegración le llega a todas las cosas. Cuando
una casa, una persona, o un adversario se derrumba,
se desmorona saliendo del ritmo del tiempo. En el arte
de la guerra en sentido amplio, también es esencial
encontrar el ritmo de los adversarios a medida que lo
pierden, y perseguirlos para que no se abra ninguna
brecha. Si dejas pasar los momentos vulnerables,
existe la posibilidad de un contraataque. En el arte
individual de la guerra, también sucede que un
adversario pierda el ritmo en el combate y empiece a
derrumbarse. Si no aprovechar esta oportunidad, el
adversario se recobrará y empezará a presentarte
dificultades. Es esencial seguir con atención cualquier
pérdida de posición por parte de tu contrincante, para
impedirle que se recupere.


Mover las sombras


"Mover las sombras" es algo que puedes hacer cuando
no eres capaz de distinguir lo que tus adversarios
están pensando. Cuando no puedes ver el estado de
tus contrincantes, aparenta un poderoso ataque para
ver qué hará el enemigo.


Parar las sombras


"Parar las sombras" es lo que haces cuando puede
percibirse las intenciones agresivas del adversario
hacia tí. En el arte la guerra en sentido amplio, esto
quiere decir detener la acción del enemigo en el mismo
punto de su arranque. Si muestras a los contrincantes
contundentemente cómo controlas la ventaja,
cambiarán sus intenciones paralizados por esta fuerza.
Cambia tu también su actitud hacia una mente vacía, y
desde ella toma la iniciativa; es desde aquí desde
donde puedes ganar. Asimismo, en el arte individual de
la guerra, te aprovechas de un ritmo ventajoso para
atajar la fuerte determinación de la motivación del
contrario; después encuentra la ventaja para ganar en
el momento de la pausa y toma la iniciativa. Esto
requiere mucha práctica.


Contagio


En todas partes hay contagio. Incluso el sueño y el
bostezo pueden ser contagiosos. También existe el
contagio del ritmo temporal. En el arte de la guerra en
sentido amplio, cuando los adversarios están agitados
y con toda evidencia tienen prisa por actuar,
compórtate como si fueras totalmente indiferente,
aparentando estar muy relajado y confortable. Si lo
haces, los contrarios, influenciados por este estado de
ánimo, perderán su entusiasmo inicial. Cuando creas
que los contrincantes han "captado" estado de ánimo,
vacía tu mente y actúa rápida y firmemente, para
ganar la ventaja conquistada. También en el arte
individual de la guerra, es esencial está relajado en
cuerpo y mente, darse cuenta del momento en el que
el contrincante se descuida, y tomar con celeridad la
iniciativa para ganar.


Distraer la atención seduciendo.


También existe algo llamado " distraer seduciendo "
que es parecido al " contagio ". Un estado de ánimo
que distraer la atención es el aburrimiento. Otro es la
agitación. Otro la pusilanimidad. Dominar cualquiera de
ellos requiere práctica.


Desconcierto


El " desconcierto " sucede de muchas maneras. A veces
ocurre con el sentimiento de estar sometido a una gran
presión. Otras, porque la presión es desmesurada. Un
tercer caso ocurre con el sentimiento de sorpresa ante
lo inesperado. En el arte de la guerra a gran escala, es
fundamental causar desconcierto. Es esencial atacar
resueltamente cuando los enemigos no se lo esperan;
después, cuando sus mentes tan agitadas, utiliza este
hecho en tu favor para tomar la iniciativa y ganar. En
el combate individual, muéstrate primero relajado, y
después entra de repente a la carga con fuerza;
cuando la mente del contrincante cambie de táctica, es
esencial que sigas atentamente lo que hace, no
dándole respiro un solo momento, percibiendo la
ventaja del momento y juzgando exactamente
entonces como ganar.


Susto


Existe el susto en toda clase de situaciones. Surge así
la mente asustada por lo inesperado. Si puedes captar
el momento del susto, puedes aprovecharte de este
para vencer.


Adherirse estrechamente


" Adherirse estrechamente " significa pegarse a un
contrincante, cuando estás luchando a poca distancia y
observas que no te está yendo bien. El punto esencial
es aprovecharse de las oportunidades de ganar incluso
cuando estás luchando codo a codo.


Atacar los flancos


" Atacar los flancos " significa que cuando empujas
algo con fuerza, difícilmente cede por las buenas. En el
arte de las grandes batallas, observa a las tropas
enemigas; cuando ha avanzado una oleada, ataca el
flanco de este potente frente y obtendrás la
superioridad. Cuando se derrumba el flanco, todo el
mundo tiene la impresión de desmoronamiento. Pero
incluso cuando se están desmoronando los flancos, es
esencial darse cuenta de cuando cada uno de ellos está
presto a derrumbarse, y sentir cómo vencerlos.
También en el arte individual de la guerra, cuando
infringes una herida a una parte del cuerpo, cada vez
que el adversario hace un movimiento agresivo, su
cuerpo se debilita poco a poco hasta que está listo para
derrumbarse, y entonces es fácil vencerle. Es
fundamental estudiar cuidadosamente todo esto para
discernir el momento en que puedes ganar.


Confundir


Confundir a los contrincantes significa actuar de tal
manera que les impida mantener la mente en calma.
En el arte de las grandes pantallas, significa valorar las
mentes de los adversarios en el campo de batalla, y
servirte del poder de tu conocimiento del arte de la
guerra para manipular su atención, confundiendo sus
pensamientos acerca de lo que vas a hacer; esto
quiere decir encontrar un ritmo que aturda a los
enemigos, discerniendo con precisión cuál es el
momento de ganarles. También en el arte individual de
la guerra, intenta varias maniobras según la
oportunidad del momento, haciendo pensar al
contrincante que ahora vas a hacer esto, después lo
otro, y a continuación algo distinto, hasta que veas que
empieza a estar desconcertado, y así ganar a voluntad.
Esta es la esencia de la batalla.


Aplastar


" Aplastar " exige un estado de ánimo de
aniquilamiento, como cuando ves débil a un adversario
y te creces entonces para vencerle. En el arte de las
grandes batallas, estos significa despreciar a los
enemigos cuando su número es pequeño; o incluso si
son muchos, concentrar tu fuerza en aplastarlos, si
estando desmoralizados y debilitados, poniéndolos en
situación de inferioridad. Si tú " aplastamiento " es
débil, puede volverse contra ti. Tienes que sabe
distinguir cuidadosamente cuando estás en pleno
control de ti mismo en el momento de atacar para
aplastar. También en el arte individual de la guerra,
cuando tú contrincante no está tan entrenado como tú,
o cuando su ritmo disminuye, o cuando empieza a
retroceder, es esencial no dejarle que tome aliento, ni
concederle siquiera el tiempo de pestañear: abátele
inmediatamente. Lo más importante es no dejarle
recuperarse. Todo esto ha de ser estudiado
cuidadosamente.


Cambiar la montaña y el mar


" Montaña y mar " significa que es perjudicial hacer lo
mismo una otra vez. Puedes repetir algo una vez, pero
no hacerlo una tercera. Cuando intentas algo en un
adversario, si no funciona la primera vez, no obtendrás
ningún beneficio apresurándote en hacerlo de nuevo.
Cambia abruptamente tu táctica, haciendo algo
completamente diferente. Si esto tampoco funciona,
prueba entonces algo distinto. Así pues, la ciencia del
arte de la guerra implica la presencia de la mente para
" actuar como el mar, cuando el enemigo es como una
montaña, y actuar como una montaña, cuando el
enemigo es como un mar ". Esto exige una atenta
reflexión.


Eliminar el corazón


Cuando luchas con un enemigo y parece que estás
ganando por tu habilidad en esta ciencia, el adversario
quizás todavía mantenga la esperanza y, aunque
aparentemente derrotado, se niegue a reconocer
internamente la derrota. " Eliminar el corazón " se
aplica en estos casos. Esto significa cambiar
repentinamente de actitud, para hacer que el enemigo
vez de mantener esa idea; lo principal en este caso es
observar cómo se siente derrotado desde el fondo de
su corazón. Puedes " eliminar el corazón " (La
Esperanza) de la gente con armas, con tu cuerpo, o
con tu mente. Esto no ha de entenderse de una sola
manera. Cuando tus enemigos han perdido
completamente el corazón (la esperanza), ya no tienes
que prestarles atención nunca más. En otro caso,
manténte alerta. Si los enemigos conservan aún sus
ambiciones, difícilmente sucumbirán.


Renovarse


Cuando luchas con enemigos, si sientes que estás
estancado y no progresas, arroja fuera tu estado de
ánimo y piensa que estás empezando todo de nuevo. A
medida que te hagas con este ritmo, discierne cuando
ganar. Esto es "renovarse ".En cualquier ocasión en
que sientes que se está produciendo tensión y fricción
entre tú y los demás, si cambias tu mente en ese
preciso instante, puedes vencer con una clara ventaja.
Esto es " renovarse ". En el arte de la guerra a gran
escala es esencial entender que significa " renovarse ".
Es algo que aparece de repente mediante el poder del
conocimiento el arte de la guerra. Esto debe ser
atentamente considerado.


Grande y pequeño


Cuando estás luchando contra algún enemigo y te
sientes atrapado en pequeña maniobras, recuerda esta
ley del arte de la Guerra: en medio de los detalles,
cambia súbitamente a una vasta perspectiva. Cambiar
a lo grande o a lo pequeño es una parte voluntaria de
la ciencia del arte de la guerra. Es esencial para los
guerreros intentar hacerlo también en la conciencia
ordinaria de la vida humana.


Un jefe que conoce a los soldados.


" Un jefe que conoce a los soldados " es un método
practicado siempre en tiempos de conflicto, tras haber
alcanzado la maestría a la que uno aspira: habiendo
logrado el poder del conocimiento del arte de la guerra,
piensa en los adversarios como en tus propios
soldados, sabiendo que puedes ordenarles lo que
desees y manejarles con libertad. Tú eres el jefe, los
adversarios son las tropas. Esto requiere práctica.


Ser como un muro de roca.


" Ser como un muro de roca " ocurre cuando un
maestro del arte de la guerra se vuelve de repente
como un muro de roca, inaccesible a cualquier cosa y
completamente inamovible.


Sobre el libro de los Cinco Anillos y Miyamoto
Musashi


De acuerdo con sus propios escritos, Musashi comenzó a
comprender el Camino de la Estrategia cuando alcanzó
los 50 años de edad. Junto con su hijo adoptivo Iori, un
huérfano que había encontrado en sus viajes, se asentó en
Ogura en el año 1634. No volvió a salir nunca de la isla
de Kyushu. Tras seis años en Ogura, Musashi fué invitado
a pasar un tiempo como huésped de Hosokawa Churi,
señor del castillo de Kumamoto. Pasó algunos años con
Lord Churi, tiempo durante el cual se dedicó a enseñar y
a pintar. En 1643 se retiró para llevar una vida de
ermitaño en la cueva de Reigendo, lugar donde escribió
el "Libro de los Cinco Anillos", el cual dedicó a su pupilo
Teruo Magonojo. Terminó de escribir el libro unas
semanas antes de su muerte, el 19 de mayo de 1645.
Musashi es conocido en Japón como "Kinsei", que
significa algo así como "Sacerdote de la Espada". El
Libro de los Cinco Anillos encabeza cualquier
bibliografía sobre Kendo, y resulta único entre todos los
libros sobre artes marciales, en el sentido de que trata la
estrategia de guerra a gran escala exactamente de la
misma forma que el combate individual.
El libro no es una tesis sobre estrategia, sino, usando las
palabras del propio Musashi: "una guía para aquellos
que desean aprender acerca de la estrategia". Como tal
guía, sus contenidos siempre están más allá de lo que los
estudiantes son capaces de percibir.
Cuanto más se lee el libro, más se encuentra en sus
páginas. Se trata, de alguna manera, de "la última
voluntad" de Musashi, la llave para abrir el sendero que
él había recorrido. Al igual que otros ronin de la época,
Musashi podría haber fundado una escuela cuando
rondaba la treintena, siendo ya famoso y respetado, y
haberse dedicado a disfrutar del éxito.
Sin embargo, la opción que siguió fué la de continuar en
solitario con su estudio, tal y como había hecho hasta
entonces. Incluso en sus últimos años, abandonó la vida
confortable que disfrutaba en el castillo de Kumamoto, y
vivió dos años más en una cueva, en soledad, y dedicado
a la contemplación y a escribir lo que había aprendido.
Escribió que "cuando has comprendido el Camino de la
Estrategia, no existe una sola cosa que no seas capaz de
comprender", y "puedes ver el Camino en todas las
cosas". De hecho, se convirtió en un maestro en casi
todas las artes y artesanías. Realizó obras maestras de
pintura en tinta, posiblemente más valoradas que las de
cualquier otro pintor. Fué un experto en el arte de la
caligrafía, realizó esculturas en madera, trabajos en
metal, e incluso fundó una escuela de artesanos "Tsuba"
(las empuñaduras labradas de las espadas).
También se dice que escribió poemas y canciones, aunque
ninguno de éstos se ha conservado en la actualidad. Su
obras estaban firmadas habitualmente con su sello
"Musashi", y también con el sobrenombre de "Niten".
Niten significa "dos cielos" y es el nombre que dió a su
"escuela" de estrategia. Tal y como escribió: "estudia los
Caminos de todas las profesiones". Y evidentemente fué el
primero en seguir su propio consejo.
Musashi escribió sobre los diversos aspectos del Kendo
(arte marcial de manejo de la espada), de tal forma que
cada uno puede estudiar según su nivel. Un principiante
puede sacar provecho a nivel de principiante, así como
un experto puede captar sutilezas a nivel experto.
Su obra no se aplica solo a la estrategia militar, sino a
cualquier situación en la cual es necesario usar de la
táctica. Los hombres de negocios japoneses usan el
"Libro de los Cinco Anillos" como un manual de gestión
empresarial, desarrollando campañas de ventas tal y
como si fuesen operaciones militares. Y que funcione bien
o no, depende simplemente de lo bien que se hayan
comprendido los Principios de la Estrategia.

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